Nuestra historia
Una idea, un sueño, una ilusión y una meta, así comienza su andadura Mestizaje en 1997.
Un pueblo de larga tradición textil.
Pradoluengo es un pueblo situado en las estribaciones de la Sierra de la Demanda. Pertenece al sistema ibérico, nuestro pico más alto es el San Millan.
Nuestra tradición textil se remonta al siglo XV. Por entonces la lana era la impulsora de un negocio floreciente, gracias al pequeño pero constante caudal de nuestro querido Río Oropesa, se fueron montando pequeños batanes que con el tiempo terminaron en Industrias de diferentes manufacturas.
Conocer el rico legado de este pueblo de Burgos. Solo adelantarles que Paños, Lienzos, Lanas y Boinas son algunos de los artículos que sin saberlo en alguna ocasión han podido tener entre sus manos.
Nuestros inicios
Se ha dicho que hay que empezar a vestirse por los pies y siempre creí que ese momento más temprano que tarde llegaría. Una idea, un sueño, una ilusión y una meta, así comienza su andadura Mestizaje en 1997.
En un principio como tienda de segunda mano. Tras cerrar el negocio, siempre me gusto el mundo del trapo y la moda, aprovechando la experiencia y el buen hacer de los talleres que han conseguido perdurar a lo largo del tiempo.
Fue cuando me decidí a comenzar la producción de calcetines, intentando aprovechar los recursos que me rodeaban. Desde el principio mi idea ha sido hacer mi propia colección. Con los diseños que sea capaz de crear, y dejándome aconsejar por el buen hacer y la experiencia de los talleres tradicionales de nuestro pueblo.
Uno de mis caballos de troya ha sido siempre hacer un producto de calidad, cómodo y que sea sostenible en el tiempo. Todos mis calcetines están hechos en talleres familiares y con producción limitada. Alguno lleva dedicándose a este mundo, desde hace varias generaciones.
Roberto Rivera (CEO Mestizaje)
Hacer de una tradición centenaria, una manera de poder ganarme la vida, aprovechando los recursos que tengo en el pueblo, a la puerta de casa, la experiencia y el buen hacer de los talleres textiles.
Tuve claro desde el principio que quería hacerme una marca propia con identidad y con una colección variada y para todos los públicos. Tenía claro que tarde o temprano los calcetines serían moda y encontrarían el sitio que les corresponde en nuestro día a día. Recuerdo los principios, cuando no existían las marcas que hoy en día están de moda, fueron difíciles los comienzos y conseguir que creyeran en mi. Recuerdo mi primera colección con cinco modelos hace algo más de veinte años, cuando ocupaban en la mesa un rinconcito y pujaban con desalojar a los productos locales y a las importaciones, haciéndose con el lugar que les correspondía.
El camino ha sido difícil y largo, desarrollando mi trabajo a lo largo de estos años de muchas maneras, bien sea a pie de calle o visitando los pequeños comercios de las comunidades que tengo cerca, ferias, mercados, etc. Especializarme sólo en calcetines me ha ayudado a tener la colección, he centrado todo mi trabajo en ella y he priorizado su realización al beneficio económico, intentando hacerla lo mejor posible para que tenga continuidad y pueda seguir adelante.
Mestizaje es para toda la gente.
Mestizaje nace en la calle y para la calle y, como dice la canción de Hechos contra el Decoro, que es de donde nace el nombre «Mestizaje»: mestizaje para toda la gente. Hay semillas que necesitan el fuego, hay semillas que necesitan que las traguen, semillas que necesitan que las expulsen como deshecho, que necesitan ser machacadas para poder germinar. Las cosas pueden viajar a cualquier sitio, para ello no hay más permanecer inmóvil. Yo necesito de vosotras y vosotros para existir y, como siempre digo, cuando estoy en mi puesto y tengo ocasión, lo mejor de Mestizaje siempre ha sido la clientela. También animaros a seguir vuestro sueño, porque con trabajo, cariño e ilusión puede hacerse realidad y el camino en sí es ya el mejor regalo.
Para terminar, agradecer a toda la gente que de alguna manera me acompaña en este camino, en este sueño… Me alegro de ser un eslabón más en esta tradición y poner mi granito de arena para que la rueca siga girando.